Presidenta Corporación Humanas
La partida de una grande
Por Lorena Fries
Humanas-Muy gringa en su tono, en su facha y en esa costumbre de almorzar al paso mientras se trabaja, sin parar, sin cejar, inclaudicable en el raciocinio hasta la última parada, los derechos de las mujeres, partió una de las grandes.
La conocí en Costa Rica cuando recién se estaba armando el Caucus de Mujeres por la Justicia de Género, esa articulación global de mujeres que sería homenajeada por Koffi Annan a propósito de la importancia de las propuestas surgidas en su seno para introducir la violencia sexual contra las mujeres como crímenes de lesa humanidad y de guerra.
Conviví semanas con Rhonda mientras esperábamos en los pasillos a las delegaciones de los Estados para convencerlos de la necesidad de marcar la diferencia en el Estatuto de Roma en relación a los derechos de las mujeres y la inclusión de un análisis de género en sus procedimientos. Tenaz y perseverante hasta el cansancio es una de las artífices de los resultados normativos en el Estatuto de Roma.
Su trayectoria militante la trajo innumerables veces a América Latina. Con Chile en particular, tenía un vínculo político y afectivo profundo que nos la trajo a Humanas un par de meses cuando recibía su primer tratamiento por el cáncer que finalmente la consumió. Nos acompañó y apoyó en la presentación del informe alternativo sobre tortura cuyo eje sería la tortura sexual practicada mayoritariamente en mujeres en Chile, entre 1973 y 1980. Gran parte del conocimiento y experiencia que Humanas hoy tiene en estas materias, ha significado la visibilización y apoyo a mujeres que presentan actualmente sus testimonios en la reabierta Comisión Valech.
Rhonda apoyó desde sus inicios la creación de Humanas, consideraba que todo esfuerzo para avanzar en la superación de las desigualdades de género aquí y en el mundo, valía la pena. Como integrante del Consejo Asesor de Humanas nos demostró su sororidad, cuestión que a pesar de las diferencias entre mujeres la caracterizó siempre.
La vi en marzo de este año, después de casi cuatro años de luchar por todos los medios contra el cancer cérvical. Compartimos un par de películas sobre genocidios, tema que como la gran humanista que era seguía elaborando para evidenciar que las mujeres lo habíamos vivido en distintas épocas y en distintos lugares. Después de cenas y caminatas, al despedirse me dijo que ya no tenía miedo a morir, que se sentía bien y tranquila. Así la dejé y así la recordaremos desde Humanas, a la que tanto apoyó.
Su Legado
-Académica de la City University of New York, donde formó a centenares de abogadas y abogados desde un enfoque en la justicia de género entrelazada con las demandas de derechos humanos
-Encargada de articular las propuestas de género para ser incluidas en el Estatuto de Roma en el Caucus de Justicia de Género.
-Integrante del Center for Constitutional Rights en Estados Unidos, es reconocida por su rol para que las violaciones a los derechos humanos cometidos fuera de ese país, pudieran ser enjuiciados en las Cortes estadounidenses. También luchó para que el sistema de salud cubriera los gastos implícitos en procedimientos de aborto.
-En América Latina se vinculó al movimiento amplio de feministas y apoyó iniciativas como la Radio Fire, en Costa Rica y la Revista Mujer de la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe
-Mas recientemente, participó como perita experta en violencia contra las mujeres en el caso “Campos Algodoneros”, cuestión que daría herramientas a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para elaborar un fallo que será clave en la defensa de los derechos humanos de las mujeres.